sábado, 23 de febrero de 2008

EL ARTE DE ATRAER A LOS ESPIRITUS DENTRO DE LOS CRISTALES

La

La
Magia y Filosofia de
TRITHEMIUS DE Spanheim
La Cual Contiene Su Libro de
Las Cosas Ocultas
Y
Doctrina de Los Espiritus

Con muchos secretos muy raros y curiosos (aunque generalmente desconocidos)


EL ARTE DE ATRAER A LOS ESPIRITUS DENTRO DE LOS CRISTALES etc.etc.


Del modo de hacer el cristal y de cómo prepararse para la visión

Procurarse en un lapidario un buen cristal, claro y transparente, del tamaño de una araña pequeña, esto es, de cinco centímetros de diámetro. Debe tener forma esférica, de globo, perfectamente regulár.
Cuando estés en posesión de este cristal, puro y límpido, sin la menor mancha ni opacidad, toma una sutilísima lámina de oro fino, inserta en medio de ella la esfera de cristal. A continuación, colócala sobre un pedestal de ébano o de marfil, como se ve en la ilustración.
Incide sobre la lámina, en torno al cristal, un círculo con estos caracteres:
Y después, el nombre Tetragrammaton. Al otro lado de la lámina, sobre un segundo círculo, los nombres de los cuatro ángeles mayores, a saber: Miguel, Gabriel, Uriel, Rafael, que dominan el Sol, la Luna, Venus y Mercurio.
Sobre la mesa donde vayas a apoyar el cristal, inscribirás estos otros caracteres, de la forma siguiente:

En primer lugar, los nombre de los siete planetas y de los ángeles que los gobiernan, con sus sellos y caracteres, que ya conoces.
— A continuación, los nombres de los cuatro reyes de los Cuatro Angulos del Mundo.
Todo esto lo trazarás dentro de un círculo, con un doble triángulo, sobre un tablero, encima del cual apoyarás el cristal con su base o pedestal.
Hecho esto, tu tablero estará completo.
Completado el tablero, podrás convocar a los espíritus. Para proceder a llevar a cabo el experimento, tendrás que hacer así:

Cuando quieras tratar con los espíritus mediante el tablero y el cristal, tomarás nota de la hora planetaria’, buscarás el planeta que domina esa hora e invocarás al ángel que gobierna ese planeta de la manera que más adelante te explicaré. Pero antes pronunciarás esta breve plegaria:


«Oh Señor, Dios mío, que eres el autor de todas las cosas buenas, fortifica, te conjuro a este tu miserable servidor, para que puedas pasar indemne, sin miedo, a través de esta obra y de este contacto, ilumina, oh Señor, te imploro, el intelecto lleno de tinieblas de tu criatura, para que los ojos de su espíritu se puedan abrir, y ver y conocer tu espíritu angélico, que descenderá a este cristal,»
A continuación; posarás las manos sobre el cristal y continuarás diciendo:


«Y tú, oh criatura inanimada de Dios, sé santificada y consagrada, y bendita por este oficio, y que ningún espectro malvado aparezca en ti; y si alguno llega a penetrar en esta criatura pueda ser constreñido a hablar de manera inteligible y sinceramente, sin doblez ni ambigüedad, en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.»


«Tu siervo, que está delante de ti oh Señor, no desea tesoros corrompidos, ni el mal de su prójimo, ni el daño de ningún ser viviente. Concédele pues el poder de discenir aquellos espíritus o inteligencias terrestres que puedan aparecer en este cristal, y aquellos dones benéficos que tu generosidad quiera concederle (como el poder de curar las enfermedades, o de infundir sabiduría, o de sacar a la luz todo mal que pueda afligir a cualquier persona o familia, o cualquier otra preciosa dádiva; concédele, oh Señor, que sepa implorarle, gracias a tu sabiduría y misericordia, de madera de recibir el honor de tu santo nombre. Concédele todo esto por el amor de tu Hijo Jesuscrito. Amén. »


Toma después tu pentáculo , mete un anillo como el de la siguiente ilustración en el dedo meñique de la mano derecha, cuelga de tu cuello el pentáculo y, a continuación, toma una varita de ébano negro con incisiones de oro en la que aparezcan los caracteres como en la figura. y después traza el círculo de construccion sencilla y tambien ilustrado como ya te indicaramos, diciendo a la vez:


«En el nombre de la Bendita Santísima Trinidad, consagro este suelo para mi defrnsa; para que ningún espíritu tenga poder de traspasar los confines aqui señalados, por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.»
Suelta en la tierra el brasero para los perfumes. entre tu cirçulo y el santo tablero sobre el cual está puesto el cristal, y depués de haber encendido el fuego. echa en él los perfumes. diciendo:


«Te invoco, oh cristura de este fuego, por Aquel que ha creado todas las cosas, en el cielo, en la tierra y en el mar, y en cualquier otro lugar, para que huya de ti todo fantasma, y no sobrevenga ningún mal, de ningún modo. Bendice, oh Señor, la criatura de este fuego, y sant ificala afin de que sea consagrada, y exalta el poder y las virtudes de estos aromas, y que ningún enemigo, ninguna falsa imagen, pueda entrar en ellos, por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.»


Cumplido todo aquello prescrito en las órdenes, trae tu librito, que deberá tener cerca de veinte centímetros de alto, ser de pergamino virgen y papel finísimo, junto con pluma y tinta, para estar prestamente dispuesto para escribir el. nombre, carácter y oficio del espíritu al que quieras llamar, o bien el sello y la imagen del espíritu que se aparecerá (porque te advierto que no siempre viene el verdadero espíritu que tú hayas invocado, y deberás interrogar a la entidad que se manifiesta para comprender si es pura o impura, y esto lo sabrás fácilmente gracias a una firme e inquebrantable fe en Dios).


Ahora bien, el modo más inmediato para invocar a los espíritus, o a un espíritu en particular, es una breve oración dirigida al espíritu mismo, que es más sencilla y directa de componer que una tabla de letras cabalísticas, y más conveniente, dado que, entre todas las operaciones celestiales, los espíritus agradecen grandemente las que son más puras y esenciales.


A continuación, después de haber trazado el círculo, y dispuesto el libro, los perfumes. la varita, etcétera, procede como sigue:

Después de haber calculado exactamente la hora precisa del día y de haber anotado qué ángel gobierna tal hora, dirás:


«En el nombre de la Santísima y Bendita Trinidad, yo deseo que tú, fuerte y poderoso ángel Miguel (o cualquier otro ángel, silo prefieres), conforme a la voluntad de aquel que es llamado• Tetragrámaton, el Dios Santo, el Padre, asuma sobre ti el aspecto y la forma que más se atengan a tu celestial naturaleza, y aparezcas visible en este cristal, y respondas a nuestras demandas. hasta tanto que no transgredíamos los límites impuestos por la divina bondad y misericordia, requiriendo conocimientos prohibidos; pero tú nos mostrarás benévolamente aquellas cosas que sean más ventajosas, afin de glorificar honrar a la divina Majestad de Aquél que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén. »


«Oh, Señor que se ¡zaga tu voluntad, así en la tierra como en el cielo; clarifica en nosotros nuestro corazón, y izo apartes de nosotros a tu Espíritu. »


«Oh, Señor haz que Aquél al que hemos invocado en tu santo nombre, venga a nosotros. Y que todo se disponga para tu honor y tu gloria, y que para ti, para tu Hijo y para tu Espíritu sea todo el poder la magestad y el dominio. Amén.»


En esta experiencia puede ocurrir que haya dos personas presentes, porque a menudo en el cristal se manifiesta un espíritu que es visible para uno, mientras que el otro no logra divisarlo. En tal caso, si uno de los espíritus se aparece. como es muy probable, a uno de los dos invocadores o a entrambos, decir:
«Oh, Señor, con todo el corazón y sinceramente te damos gracias por haber escuchado nuestra plegaria y haber concedido la aparición de un espíritu al que nosotros, por tu misericordia, interrogaremos, para alimento para nuestra alma. Por Jesucristo, Nuestro Señor Amén.


Interrogación primera:


En el nombre del sagrado e incorruptible Espíritu, del Padre, del Hijo de el generado, y del Espíritu Santo que procede de entram— hos, ¿cuál es tu verdadero nomhre»


Si el espíritu responde: Miguel, entonces se prosigue:


Interrogación segunda:


— ¿Cuál es tu nombre?
— ¿Cuál es tu oficio?
— ¿Cual es tu sello o carácter?
— ¿Cuales son los tiem pos más favorables, según tu naturaleza, para que con verses con nosotros?


Interrogación tercera:

¿Quieres jurar por la sangre y la justicia de Nuestro Señor Jesucristo, que eres verdaderamente Miguel?


Haz que jure. A continuación, escribe su sello o carácter sobre tu libro, y, junto a él. su oficio y su hora, es decir, aquella hora en que podrá ser invocado en nombre de Dios.


Escribe también todo aquello que se decida a enseñarte, cada respuesta que dé a tus preguntas concernientes a la vida y a la muerte, las artes o las ciencias o cualquier otra cosa.


Después de esto di lo siguiente:


((Oh, gande y poderoso espíritu, de la misma manera que acudiste en paz, en el nombre por siempre bendito de la excelsa Trinidad, así puedes retirarte, y retornar cuando re reclamemos en el nombre de Aquél delante del cual toda rodilla se doblega. Adiós, Miguel, y que haya paz entre nosotros, por la gracia de Nuestro Bendito Señor Jesucristo. Amén. »


Y cuando el espíritu se haya ido dirás:


«Al Dios Padre, Espíritu eterno, fuente de Luz; al Hijo y al Espíritu Santo, honor y gloria, por los siglos de los siglos. Amén. »

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